domingo, 5 de junio de 2011

aprendiendo de mamá

Con permiso de mi madre, inauguro hoy su blog con mis mejores deseos y agradecimientos de antemano.

Recuerdo el sonido, las telas, los hilos, mi madre cosiendo y nosotras jugando a escondernos dentro del mueble de la máquina de coser.

He visto y vestido muchas de sus obras, ha decorado más de una casa por las que he pasado. Es increíble como de un trozo de tela comprada en el mercadillo, nacen unas cortinas que visten de elegancia la estancia, tapizan un somier o conviernen una mesita cualquiera en una mesita de noche preciosa.

Estoy contenta por el paso que has dado, por plasmar tus conocimientos, todo aquello que siempre he valorado, porque lo fácil es comprar, lo excepcional es crearlo uno mismo. 

Yo quiero aprender y no solo a coser o cocinar, también restaurar,crear, aprender a comprar y como conseguir con poco, hacer mucho.  Quiero poder absorver todos tus conocimientos, porque mamá, eres grande y no hay mejor maestra que tú .

El primer paso ya lo has dado, no hay mejor suerte que heredar en vida todo lo que sabes...





Siempre me ha gustado dormirme
oyendo llover.
Por eso tu rumor es mi recuerdo,
¡oh máquina de coser!

Formaste con la bulla de la pava
y el picotazo de las tijeras,
el tríptico de nanas
de mis horas primeras.

Durante muchos años,
apenas recogido,
lloviste a chaparrones
tu lluvia en mis oídos.

Lluvia que a la mañana aparecía
florecida de vestidos.


José Pedroni (1899-1968)